WALLMAPU: Rectificación de Noticia, respecto a carta de Juan Pablo Pinto Montero

 RECTIFICACIÓN DE NOTICIA

Santiago de Chile, 04 de Abril de 2022

 

Para    :           Director de EL MOSTRADOR

De       :           Hans Labra Bassa

 

En su carta enviada al director de EL MOSTRADOR el día 02 de abril de 2022, el sr. Juan Pablo Pinto Montero se explaya en argumentos ya muchas veces oídos pero ausentes de fundamentos, intentando deslegitimar el sentimiento y la certeza de lo que es WALLMAPU. Pero vamos con calma.

Mucho FAKENEWS había ya cuando comienza la difamación y el BULLYING hacia el pueblo mapuche, montajes y más montajes que comienzan poco después de que, los patriotas, perdieran el gobierno ante reiteradas oleadas de inmigrantes europeos, apellidos que aún hoy saquean las arcas del Estado chileno, miles de inmigrantes que no invaden sólo el sur, sino que copan todos los ámbitos de la vida en ciudades y puertos, y no sólo en Chile, sino en todo el continente y el mundo, desatando guerras civiles, golpes de Estado y dictaduras, poco después de que acaba el proceso de independencias sudamericanas.

Vemos que para hablar de WALLMAPU muchos utilizan fuentes secundarias o terciarias para obtener información, acudiendo a libros o autores renombrados, algunos de los cuales formaron parte directa o indirecta del genocidio y la usurpación que comenzaron en esos años, o bien citan autores que son descendientes de aquellos y que, por lo tanto, usufructúan de sus herencias. No obstante, es en la fuente primaria donde está la verdadera información en este caso, toda vez que hablamos de un pueblo que, en su oralidad, conserva su historia. No cabe duda que, el concepto WALLMAPU, fue registrado por primera vez en algún momento de modo escrito por alguien del mundo winka que se enteró de su existencia… pero WALLMAPU no es un concepto, es una certeza y un sentimiento. Cuando Juan Pablo Pinto Montero en su carta lo compara al MELI WITRAN MAPU nos demuestra no sólo que ignora lo que contienen aquellas palabras, sino que sus fuentes son secundarias y terciarias (quizá cuaternarias).

Cuando digo que WALLMAPU es una certeza y un sentimiento me refiero a que, la oralidad, permite recibir el conocimiento directamente de quien lo posee, por lo tanto, la fuente primaria es la persona que conoce porque vivió o experimentó, estando el conocimiento, el kimun, latente en ella, ontológicamente vivo en su corazón y en su mente.

En todos los territorios hay viejitos que relatan cuando veían partir a sus abuelos hacia "los parlamentos" a exigirle al gobierno de la capital que obligara a sus delegados y subalternos en el sur a que respetaran WALLMAPU y LA FRONTERA.  Eso es algo que escuché a varios peñi en distintos territorios, fuente primaria que nutre mi propio sentimiento y mi certeza de lo que es WALLMAPU. Los parientes que cruzaban desde PUELMAPU, relatan, les contaban a sus familiares los horrores que al otro lado de la cordillera estaban cometiendo argentinos e inmigrantes, entonces, por ambos lados del macizo andino partían embajadas, cientos de peñi a caballo hacia las capitales a manifestar a los gobiernos que, en el sur, los colonos estaban robando sus tierras, quemando sus rukas y destruyendo sus sementeras, en complicidad con agentes de gobierno. ¿Se entiende? Los antiguos confiaban plenamente en los gobiernos de las capitales, pero en los gobiernos patriotas… claro. No se imaginaban que el saqueo que llevaban adelante los inmigrantes era generalizado y que incluía los gobiernos mismos. Cuando digo cientos de peñi me refiero a lonkos, la mayoría ya ancianos, durante un mes… dos meses A CABALLO HASTA SANTIAGO, o en el caso argentino, a caballo hasta Buenos Aires, no una, ni dos veces, varias veces a través de los años. Los viejitos que partían a caballo contaban que sus propios abuelos, de igual manera, habían partido en su momento hacia la capital a exigir "los parlamentos" y a pedirle al gobierno que respetara la soberanía de WALLMAPU. De todos los territorios se unían peñi a caballo, algunos caminando o en carreta, a veces familias enteras, grandes comitivas, otras veces un grupo reducido de lonkos. Llegaban a la capital y pedían hablar con el jefe del gobierno, pero eran discriminados y no los recibían o si los recibían no se hacían cargo de sus fundadas peticiones, que siempre se basaban en lo mismo: el respeto de los Parlamentos Generales. Documentación hay de sus visitas, incluso fotografías. También está la anécdota del bochorno de Benjamín Vicuña Mackenna que quiso ufanarse del crecimiento y modernidad que había impulsado en Santiago, sin causar más que pena y honda tristeza entre los lonkos, para quienes el crecimiento de las ciudades no es buena señal. Para el pueblo mapuche WALLMAPU representa la patria común, herencia y legado de los antiguos guerreros que no sólo defendieron frontera y soberanía por siglos, sino que defendían millones de hectáreas de naturaleza virgen. "Donde nace una ciudad, muere un río", dice la sabiduría ancestral mapuche. Por eso los lonkos miraban con pena el enorme y rápido crecimiento de Santiago, ya que eso significaba que más de un río estaba muriendo.

WALLMAPU fue y es defendido por ser un todo vivo, algo así como en la película Avatar donde seres azules defienden un megabosque sagrado con el que están interconectados espiritualmente (¿coincidencia?). Además, no es que se fije el Río Biobío y el Río Colorado como frontera porque sí nada más, se trata de la única y misma FRONTERA, es decir, WALLMAPU es todo el cono sur del continente, ya que jamás se habló de otra frontera más al sur. Así que los intentos de dividir WALLMAPU en segmentos y restarle la porción más austral no son más que FAKENEWS y oportunismos extractivistas (a la fecha empresas de inmigrantes están comenzando a explotar el abundante oro que contiene la falla hidrotermal Liquiñe-Ofqui). Por lo tanto, tenemos que WALLMAPU es uno y comprende los territorios del NGULUMAPU y del PUELMAPU. Y eso lo hablan los ancianos, lo saben los jóvenes y lo escuchan los niños a ambos lados de la cordillera desde tiempos inmemoriales.

La oralidad de que, desde la firma del Parlamento General de Tapihue de 1825, se sienta la paz entre el pueblo mapuche y el pueblo chileno, está presente entre el mapuche en todas sus generaciones. Por eso el mapuche no guardó copia material del texto, porque en su oralidad preserva el tratado. Y lo que nos enseñó don José Lincoqueo, fallecido hace pocos días, y a quien tuve el honor de conocer en persona -mi fuente primaria en este tema-, es que tratados siempre hubo, ya con los Incas, ya con los españoles. Don José descubrió 28 Parlamentos Generales con la Corona Española y con la Iglesia Católica como garante, donde se fija la soberanía del pueblo mapuche al sur del Río Biobío, río que es establecido como frontera natural. Tenemos que luego de la independencia y durante el gobierno patriota, fue anunciada la realización de un Parlamento mediante la ley inderogable del 27 de octubre de 1823, por la cual, el Congreso Nacional facultó al Gral. Ramón Freire para "CELEBRAR CON LOS INDIGENAS ARAUCANOS UN TRATADO DE PAZ PARA: FIJAR LA FRONTERA SUR DE CHILE Y PARA LA REDENCIÓN DE LAS FAMILIAS PRISIONERAS DE LOS ARAUCANOS". Esto, nos decía Lincoqueo: "es un explícito reconocimiento de soberanía de Chile al Pueblo Mapuche en todo su territorio situado al sur del río Biobío, efectuada en forma unilateral por parte de Chile, con DESIGNACIÓN DE UN EMBAJADOR CON PODERES DE PLENIPOTENCIARIO PARA SU CELEBRACIÓN, PARA FIJAR FRONTERA TERRITORIAL Y REDENCIÓN DE PRISIONEROS DE GUERRA: SOLO NACIONES SOBERANAS PUEDEN HACERLO. En cumplimiento de la ley inderogable del 27 de octubre de 1823, se celebró el citado Parlamento General de Tapihue el 7 de enero de 1825, cuyo art. 1° es un explícito tratado de paz, que pone término a una guerra de 14 años de duración, el inciso final del art. 19° y el inciso primero del art. 20° disponen que 'el río Biobío es la línea divisoria o frontera entre los nuevos hermanos y aliados'; el art. 25° sanciona como crimen de 'reo de lesa patria' a la parte chilena o mapuche que viole ese instrumento internacional y muchas otras obligaciones y derechos pactados por las partes contratantes, DE IGUAL A IGUAL, DE NACION A NACION, DE POTENCIA A POTENCIA".

Tenemos que, además del tratado de paz que Barnechea firmó con el pueblo mapuche en enero de 1825 en Tapihue, en calidad de plenipotenciario del gobierno del Gral. Ramón Freire, está la ratificación oficial de dicho tratado (el art. 18° del Parlamento General de Tapihue exige la ratificación para su validez), efectuada durante los días 20, 21, 22 y 23 de diciembre de ese mismo año, donde Chile vuelve a reunirse con los representantes de los cuatro Butalmapu en Los Ángeles, donde es oficialmente ratificada la paz de Tapihue y el Río Biobío como frontera, según refirió el propio Barnechea a la Intendencia de Concepción (Archivo Nacional, Santiago de Chile, Archivo del Ministerio de Guerra, vol. 17, s.fol., carta del Coronel Pedro Barnechea al Intendente de Concepción Juan de Dios Ribera, Yumbel, 31 de diciembre de 1825).

Don José Lincoqueo descubrió, además, que, en el año 1841 durante el Gobierno de Manuel Bulnes, se celebró un tratado entre Chile y la Reina Isabel II de España, por el cual la Corona reconoció la independencia a Chile a cambio de que este se comprometiera a cumplir todas las obligaciones pendientes de España durante la Colonia y durante la Reconquista. Entre muchas obligaciones pendientes están el cumplimiento de los Parlamentos Generales firmados por la Corona con el pueblo mapuche, el último de los cuales fue celebrado los días 3, 4 y 5 de marzo de 1803, llamado Parlamento General de Negrete, instancia en que la Corona reconoció la soberanía mapuche al sur del Biobío por vigesimoctava vez. Lo mismo ocurría desde el Río Colorado al sur en PUELMAPU, donde el pueblo mapuche firmó también tratados con la Corona y luego con la parte argentina… ¡lástima que allá no hubiera un Lincoqueo que hurgueteara en bibliotecas y tribunales y les diera la debida relevancia!

Lo cierto es que la conciencia de que todo el macroterritorio mapuche era llamado y conocido como WALLMAPU a ambos lados de la cordillera, es una realidad que pertenece a la oralidad y que Juan Pablo Pinto Montero ni nadie puede borrar de un día para otro con un escrito, ya que WALLMAPU como certeza y sentimiento es tan antiguo como la oralidad misma. Por mucho argumento que quieran presentar desde ambos lados de la cordillera para desmantelar o subjetivar WALLMAPU como concepto, y por muchas fechas que le pongan a su aparición o registro escrito, jamás podrán borrarlo de la memoria de quienes lo oyeron de boca de sus abuelos, frente al fogón de una ruka o sentados bajo un gran árbol.

Es tan profundo el conocimiento cuando se recibe de modo oral, que no por nada Jesús prefirió no dejar su legado por escrito. Cuando escribe en el suelo los pecados de quienes pretenden apedrear a Magdalena, luego de probarlos diciéndoles que el que estuviera libre de pecados lanzara la primera piedra, nos demuestra que sí sabe escribir. Pero Jesús sabe, también, que el conocimiento escrito diluye el sentimiento. El conocimiento transmitido en oralidad va acompañado del ejemplo, es decir, hay armonía entre la palabra y la acción, por lo que el que posee el conocimiento además enseña con el ejemplo, lo que infunde sentimientos en quienes se nutren de su saber. Lo que pasó con la Biblia lo demuestra, el conocimiento atrapado en un libro permite que alguien levante ese libro y se imponga sobre el resto, aun cuando aquel que lo levanta no cumpla con los preceptos, principios o propuestas del libro. Su palabra y su acción pueden ser totalmente opuestos, pero basta que aparente saber lo que dice el libro y listo. Quizá nadie más lo lea, pero le basta levantarlo bien alto y rodearse de gente adinerada e influyente, y armarse de ejércitos, para dominar el planeta completo en nombre del libro. Jesús sabía que eso podía pasar, y lo evitó. Siete décadas duraron en amor y paz las comunidades cristianas que se establecieron bajo sus preceptos y enseñanzas, los primeros comunistas dicen algunos sin siquiera entender qué intentó Jesús. Siete décadas de oralidad hasta que aparecen los FAKENEWS del supuesto apóstol Pablo y todo se fue a las pailas. Pablo escribe cartas a las comunidades y ordena hacer las cosas como él dice. Resulta que Pablo era un judío perseguidor de cristianos que, un día, dijo que Jesús le habló y le pidió que reformara a las comunidades. No obstante, vemos que con su intervención pervierte todo el mensaje de Jesús, hablando del sometimiento a la autoridad entre otras barbaridades. Todo lo que dice Pablo da pie al nacimiento de la pomposa y oscura Iglesia Católica que conocemos, justamente, lo que quería evitar Jesús al dejar su conocimiento expresamente como oral, como sólo sentimiento y certeza. La decisión de los apóstoles que al final escriben sus evangelios, es en base a ver el caos que está produciendo Pablo con sus nefastas cartas, sólo por eso deciden contravenir la exigencia de Jesús de que su legado fuera oral, y lo escriben para preservarlo tal como lo recibieron.

Acá tenemos a Juan Pablo Pinto Montero, cual Pablo, tratando de borrarle de la memoria, a todo un pueblo, su sentimiento y su certeza de que WALLMAPU existe. Pero veamos, este señor, más adelante, y basado siempre en fuentes secundarias, se explaya sobre el origen del pueblo mapuche como si supiera de lo que habla, como intentando establecer que el mapuche no tiene derecho a reivindicar WALLMAPU. Lo único que logra demostrar es que ignora que el derecho mapuche es quizá una de las formas más antiguas del Derecho, toda vez que se trata de un derecho del tipo "iusfundamental", es decir, que lo aplica la persona por sí misma, por su propia mano, algo así como una autotutela jurídica. INCHE KAI CHE: yo soy el que soy, dicen los weichafe en su grito de guerra al defender WALLMAPU, su patria. Esa certeza y ese sentimiento de hacer lo correcto, esa determinación de dar la vida por una causa justa, es para el pueblo mapuche una forma de ofrenda religiosa, un rito sagrado donde se entregan a voluntades superiores, siendo NGEÑECHEN y la ÑUKEMAPU quienes finalmente obran por su mano ¿Acaso por eso ya hace casi cinco siglos los retrataban como invencibles semidioses guerreros que luchaban sólo para restablecer la paz? ("Y dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros; si ellos me preguntan: ¿Cuál es su nombre? ¿Qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: "YO SOY EL QUE SOY" Éxodo 3:13,14). ¿Qué sabe Juan Pablo Pinto Montero del origen argcano y milenario del "INCHE KAI CHE"? ¿Cómo puede negar la capacidad de organización de un pueblo que, ya en el siglo XVI, se hizo mundialmente famoso con La Araucana por su capacidad innata y única de defensa e ingenio? Si en aquel libro Ercilla menciona decenas de veces al "Estado Araucano" al referirse a la estructura del poder del pueblo mapuche, y otras tantas decenas de veces habla del "Senado Araucano" para referirse al cuerpo de caciques que deliberaban en "Consejo de Guerra" ¿puede hoy en día venir a decir este señor, que el pueblo mapuche nunca ha "desarrollado una clara identidad nacional, menos una organización protoestatal"? Si el profesor de castellano de este señor no lo hubiera obligado a leer La Araucana en el colegio, quizá hubiera leído mucho más que sólo un resumen. Pero el problema del conocimiento escrito es que es letra muerta si no se lo lee, más aún si no se lo comprende y no se lo comparte… y acá hablamos del conocimiento vivo de todo un pueblo, de todo un territorio donde por milenios el conocimiento fue transmitido de modo oral y con el ejemplo, en un contexto de amor y paz, como dan cuenta algunos famosos "cautiverios felices". Tanto así que WALLMAPU era conocido como "LA TIERRA SIN MAL", donde no se conocían y no existían la mentira ni la codicia, menos la hipocresía. Treutler y Reuel Smith dan cuenta de lo fácil que es para los hipócritas inmigrantes escabullirse y enriquecerse entre los "indios" que se creen todo lo que les dicen. Pero no es que se crean todo lo que les dicen, lo que sucedía era que no dudaban del otro, no conocían la maldad, por lo que no imaginaban que alguien los mirara a los ojos y les hablara y les mintiera intentando sacar un provecho egoísta. Pero claro, ya luego, conocido el fraude, van tomando distancia y entendiendo que, algo muy malo, debe haber sucedido en las tierras de las que provienen los invasores, como para que estén llegando hasta acá seres tan desquiciados, egoístas y hasta psicópatas, si los miramos con lupa clínica. Por eso a Lautaro el Senado Araucano le da la orden de ir hasta la misma España a presentarle armas al Rey, y enfrentarse al enemigo allá mismo donde nacía, porque entendían los antiguos que el problema había que solucionarlo de raíz. Para el pueblo mapuche la palabra es ley, no así para los miles de inmigrantes y para los yanaconas que se han vendido al nefasto "éxito personal" que promete la forma de vida judeoccidental, una forma de vida de explotación y acumulación que satura la capacidad de carga del planeta, amenazando incluso destruirlo todo.

La forma de vida mapuche, lo que sería el origen del pueblo mapuche, en su oralidad recuerda existir desde hace más de 40 mil años, teniendo en sus relatos registros de la formación de los continentes y del diluvio, además, vemos que su manera de sembrar, cosechar y preservar alimentos en condiciones de máxima humedad, son conocimientos transmitidos en el día a día a las nuevas generaciones del mismo modo en que las actuales generaciones las recibieron de sus ancestros. Técnicas de conservación milenarias que hoy la ciencia va comprobando que no sólo son eficaces en cuanto a preservación, sino que al ser aplicadas producen transformaciones químicas en los alimentos que potencian aún más sus efectos benéficos en la salud de quienes los consumen (fermentos = vitamina K2; harina tostada = trigo dextrinado; etc.). Aún más, Villalobos destaca el surgimiento de un comercio interoceánico que se abastecía de todo tipo de alimentos mapuche excelentemente conservados, que resistían no sólo los meses de viaje en las bodegas de los barcos, sino que al llegar a los mercados de destino mantenían su calidad por tiempo casi indefinido. Hablamos de una sociedad que conocía las matemáticas y que poseía una estructura organizacional que le permitía sostener tratos comerciales por décadas, logrando, con su impecabilidad, que los distintos pueblos europeos sobrevivieran en épocas de masacres sanguinarias y guerras fratricidas cuando el alimento les escaseaba ¿Puede Juan Pablo Pinto Montero negar, entonces, que la estructura de la sociedad mapuche se regía por leyes orales de respeto y cooperativismo que todas y todos sus miembros obedecían sagradamente? ¿Puede negar que era el respeto a la palabra la ley principal que aseguraba el orden social en que coexistían, pacíficamente, y por milenios, las miles de familias en sus distintos LOF?

Aquí llegamos al punto donde encaja lo del derecho "iusfundamental" con lo de los "parlamentos" a los que acudían los viejitos, ya que como la ley era oral, un parlamento general significa que todo el pueblo mapuche en su conjunto acudía a parlamentar con una delegación enemiga, fuera española o chilena. Sus dirigentes y cabezas principales se reunían bajo la sombra de un gran coigue en el centro de la explanada donde se juntaba todo el pueblo y conversaban e intercambiaban opiniones en representación de sus parcialidades, todos eran escuchados con respeto y en silencio, todas las opiniones eran debidamente consideradas, mientras, el grueso del pueblo compartía y deliberaba de lo que se iba conversando en el consejo central. Si alguien tenía una opinión que aportara al debate, o tenía un sueño relacionado a lo que ocurría, al conversar durante la noche con el dirigente o cabeza principal de la parcialidad se lo podía transmitir y este, a su vez, podía transmitírsela al día siguiente al concejo, y así todas las opiniones podían influir en la decisión final, que, regularmente, tardaba varios días en ser tomada ¿Se entiende? El derecho iusfundamental lo ejerce el mapuche al estar presente y tomar su decisión, de ese modo todos ejercen su derecho a voto y lo que se decida en el Parlamento General será ley intergeneracional instantánea, ya que están todos presentes, algunos con sus familias completas, así que la nueva ley, lo que ahí se decidió, rige en adelante para mujeres y hombres por igual, lo que incluye a ancianos, jóvenes y niños. Lo que se decide en esa instancia, sea paz o sea guerra, rige hasta el siguiente Parlamento General y todos lo cumplen.

En medio de ese encuentro multitudinario de parcialidades y familias, se intercambiaban, además, alimentos y conocimientos, se jugaba palín, se hacía música, se bailaba purrún, se compartía, por lo que toda la forma de vida mapuche se sostenía y fortalecía en aquellos encuentros. Al contrario, el derecho judeoccidental se basa en entregar el poder a un tercero a través del voto secreto en una urna, encerrado y sólo. Es decir, el judeoccidental hace una rallita entre cuatro paredes y permite luego que un tercero, el Estado, haga y decida por él, dictando leyes que, muchas veces, la gente ni conoce, o que pueden incluso ser aplicadas en su contra. Acá en WALLMAPU hablamos de otra forma de Estado, donde todos están presentes y toman decisiones a cielo abierto, y la ley es conocida y respetada por todos desde entonces en adelante. Una forma de organización que permitió que por milenios los mapuche coexistieran a pesar de sus diferencias territoriales. La otra, la forma de vida judeoccidental, ha llenado de corrupción los Estados del mundo entero y amenaza destruirlo todo.

Por lo tanto, no es que fueran clanes dispersos "que se aliaban ocasionalmente con fines militares o comerciales" como dice Juan Pablo Pinto Montero, sino que realmente se trata de una estructura organizacional muy funcional que representa otra forma de Estado, no el tipo de Estado que acostumbran manipular los inmigrantes europeos, sino un Estado capaz de sostener una FRONTERA por siglos, y de sostener por décadas un comercio interoceánico de alimentos y vestuario (además, curtían cueros y fabricaban excelentes mantas). Por lo mismo, no hay manera de que alguien del mundo winka pueda fechar el origen del pueblo mapuche, puede intentarlo, pero sólo a costa de no hacerse cargo de su oralidad.

No obstante, igual hay datos duros. Si bien sabemos, la misteriosa caída de la cultura Tiahuanaco hace aprox. 17.000 años, se debe -según señala el investigador Jacques de Mahieu, en su libro "El Imperio Vikingo de Tiahuanaco"- en realidad, a que el cacique araucano Kari, aprovechando una revuelta interna en la ciudadela, levanta guerra contra la dinastía de Tiahuanaco y, "apenas entrado en el Collasuyu, obtiene el apoyo de tribus locales a las que federa bajo su autoridad". ¿No era esa la antigua estrategia araucana que describe Ercilla en su famoso relato? Pues sí, los alzamientos generales liderados por caciques araucanos son tan antiguos como el sentimiento y la certeza de que WALLMAPU existe y es libre. Entonces, tenemos un científico fechando la existencia de la jerarquía del pueblo araucano o mapuche, por lo tanto, de su Estado -toda vez que menciona a un cacique-, en 17.000 años antes del presente ¿Cómo pretenden, entonces, hablarnos de que WALLMAPU existe hace sólo 30 años? Además, tenemos que la oralidad mapuche nos habla de existir como pueblo desde hace más de 40.000 mil años… ¿cómo puede hablarnos Juan Pablo Pinto Montero de alianzas ocasionales y de tribus separadas? Que él y el mundo winka no comprendan el sentimiento y la certeza mapuche de que WALLMAPU es el territorio de una nación milenaria, "no le resta nada a esa verdad de su alto valor jurídico en el Derecho Internacional", nos decía don José Lincoqueo. No cabe duda que el texto del Parlamento General de Tapihue preservado por la parte chilena tiene varias interpretaciones. Pero por el lado de la oralidad mapuche la interpretación es una sola: WALLMAPU es libre y soberano, la frontera con el hermano Chile es el Río Biobío, y ambos pueblos pueden comerciar libremente en sus territorios. Corta.

Además, tenemos que de motu proprio Chile confiesa que el territorio mapuche no le pertenece y lo define como "territorio de los indígenas situado al sur del río Biobío" en los incisos primeros de las "leyes especiales" del 2 de julio de 1852, leyes aparentes -como les llamaba Lincoqueo- con que el gobierno en manos de inmigrantes "aparenta" crear la provincia de Arauco (art. 1° "Establécese una nueva provincia con el nombre de Provincia de Arauco, que comprenderá en su demarcación los territorios de indíjenas, situados al Sur del Bio-bio"; Manuel Montt - Antonio Varas). Del mismo modo, más de una década después, Chile vuelve a confesar de motu proprio que el territorio al sur del Biobío no le pertenece, con la ley del 4 de diciembre de 1866 con que autoriza el reparto de la antigua propiedad nativa (que establece "la fundación de poblaciones en el territorio de los indígenas"; José J. Pérez - Federico Errázuriz). Por lo tanto, en armonía con el espíritu del tratado de paz de Tapihue, vemos que el Estado de Chile define y reconoce en 1852 y 1866 los territorios al sur del Río Biobío como territorio de los indígenas, reconociendo, por lo tanto, dicho río como frontera, es decir, no lo define como territorio chileno, "confesión que no admite prueba en contrario, sin indicar los deslindes ni los nombres y apellidos de sus poseedores", sentenció Lincoqueo. Con todo, tenemos que con esas leyes "aparentes" Chile se estaría atribuyendo el derecho supuesto de fundar poblaciones en territorio de los indígenas, ósea en todo WALLMAPU, ya que el territorio de los indígenas no es sólo a este lado de la cordillera ¿Qué diría el gobierno de Argentina frente a esto?

Tenemos, además, que la propiedad del territorio mapuche es comunitaria, eso de los títulos de propiedad es uno de los males más grandes que han aquejado a los pueblos del mundo, "es el opio del pueblo" decía Lincoqueo, toda vez que es un invento de la judería para tratar de establecerse en los territorios a los que emigraban en su diáspora. Para el pueblo mapuche, en cambio, se trata de que la gente le pertenece a la ÑUKEMAPU, a la Madre Tierra, y no que la tierra les pertenezca a ellos. Por eso la tierra es comunitaria y se defiende completa. Los registros de escuadrones cruzando la cordillera y dando pelea junto a los mapuche del otro lado abundan en ambos territorios. Kilapán, Kalfukurá, son nombres que resuenan en pampas, valles centrales, en la selva y en los archipiélagos del sur. Son historias transversales a todo el pueblo mapuche. Lo que ellos y muchos otros defendían, como los legendarios Caupolicán y Colo-Colo, era, justamente, la patria grande, el WALLMAPU. En el texto del Parlamento de Tapihue no se concedió sólo un importante grado de autonomía a los mapuches al sur del río Biobío, como dice Juan Pablo Pinto Montero en su carta al director de EL MOSTRADOR, se les concedió y reconoció la soberanía que ya poseían frente a España, se estableció embajadas, aduanas y un pasavante o pasaporte, estructuras de relaciones internacionales entre dos países aliados que se mantuvieron por décadas. Y como dicho tratado de paz es imprescriptible e inderogable, está aún vigente, aunque el Chile controlado por los inmigrantes europeos y su hipocresía política lo escondiera bajo la mesa y comenzara a redactar leyes "aparentes".

Lincoqueo nos enseñó que "el Parlamento General de Negrete de 1803 con España, la ley inderogable del 27 de octubre de 1823 y el Parlamento General de Tapihue en 1825 con el Estado de Chile (ratificado en diciembre del mismo año), contienen los Derechos Humanos y el derecho a la vida de todo el Pueblo Mapuche y de cada uno de sus integrantes y, en forma principalísima, la soberanía territorial al sur del río Biobío, por ello esos instrumentos se encuentran bajo el amparo e imperio del art. 5° párrafo final de la Constitución. Además, se encuentran debidamente ratificados por el art. 35° del Convenio n° 169 de la Organización Internacional del Trabajo (O.I.T.), dando lugar a la imprescriptibilidad de los derechos del Pueblo Mapuche, ya que ninguno de los 31 tratados de paz o Parlamentos Generales señala o dispone que los derechos del Pueblo Mapuche contenidos en esos instrumentos internacionales prescriben transcurrido cierto plazo."

Luego vemos a Juan Pablo Pinto Montero diciendo que "la Declaración de Independencia, de 1818, reclama todo el territorio continental de Chile y sus islas adyacentes" como dando a entender que, de algún modo, eso incluye a WALLMAPU. No obstante, vemos que sólo está creando nuevos FAKENEWS, toda vez que, según el Capítulo IV art. 1° de la Constitución del Capitán General Bernardo O´Higgins de 1818: "Chile se compone de las provincias de Coquimbo, la Capital y Concepción", confesión que no admite prueba en contrario, estableciendo que el límite sur de Chile es la orilla norte del río Biobío, lo que es una mera repetición del contenido del art. 1° N°X del Reglamento Constitucional de 1812, en el cual se señala que Chile puede elegir 7 Senadores en las únicas 3 provincias que tiene: 2 senadores por Coquimbo, 3 senadores por Santiago y 2 senadores por la provincia de Concepción y que, al mismo tiempo, eran las 3 únicas provincias que constituían la Gobernación y Capitanía General de Chile durante la Colonia. Por lo tanto, es inobjetable que el "territorio continental" que menciona la Declaración de Independencia efectuada en Talca el 12 de febrero de 1818, sólo comprende las provincias de Coquimbo, la Capital y Concepción, en concordancia absoluta con las disposiciones constitucionales señaladas. Porque si lo que dice este señor se aplicara en la realidad, ¿no estaría Chile atribuyéndose, del mismo modo -por estar en el territorio continental- los territorios de Perú, Ecuador, Colombia, Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y Venezuela, incluidas las Guayanas y todas las islas adyacentes, como Las Malvinas? Pues no… ¿cierto?... eso sería una locura. En qué momento entonces y bajo qué argumentos eso se aplicaría sólo "sobre el territorio de los indígenas al sur del Biobío". Las interpretaciones de este señor son muy subjetivas. Por otra parte, sabido es -aunque parece que Juan Pablo Pinto Montero lo ignora- que O'Higgins no sólo libera a los mapuche del pago de impuestos para siempre en retribución al gran aporte en el logro de la citada independencia, sino que, además, llama ciudadanos chilenos a aquellos mapuches que quieran quedarse a vivir en las ciudades, permitiéndoles acceder a costa del Estado a los estudios que deseen desarrollar, como así a acceder a desempeñarse en cualquier carrera, sea en las armas, letras o cualquier actividad que deseen, incluso a defenderse por sí mismos ante la ley en todo tipo de juicios ¿Se entiende? En la época de los patriotas el mapuche es tenido realmente como un "hermano y aliado", y considerado capaz de desarrollar la labor que sea, ya que han demostrado ampliamente su inteligencia, su creatividad y, sobre todo, su honradez. El BULLYING y las FAKENEWS comienzan después, como mencioné, luego de que cientos de miles de inmigrantes europeos lo coparan todo a nivel mundial. Los mismos que llegan a invadir y usurpar los territorios mapuche, son los que aniquilan a los indios "che" del norte (Comanche, Apaches, Cherokis, etc.) en lo que se llamó FARWEST, y no es casualidad que lo hagan en las mismas fechas, ya que los pogromos se sucedían uno tras otro en aquellos años en Europa y el norte de Asia, y los inmigrantes atiborraban por miles todos los puertos y ciudades mas importantes del mundo.

Con todo, Lincoqueo demostró que lo que Juan Pablo Pinto Montero llama "proceso de anexión efectiva" jamás sucedió, ya que aun cuando Chile emitió las leyes aparentes de 1852 y 1866 que confiesan que el territorio que se pretende usurpar es "territorio de los indígenas al sur del Biobío", no se trataría más que de una ilegal superposión de leyes, toda vez que el tratado de paz internacional firmado por Chile y el pueblo mapuche en 1825 en Tapihue está aún vigente, no existiendo -argumentaba Lincoqueo- ni siquiera un papel emitido por Chile que lo derogue, y, aunque lo hubiera, no tendría valor jurídico toda vez que, como tratado de paz y siendo ratificado ese mismo año, es inderogable. Puede haber otro Parlamento General, sí… pero la paz fue establecida ya y sólo declarando la guerra se puede romper.

Entonces vemos que el Chile invadido por inmigrantes invadió, a su vez, al pueblo mapuche sin declararle antes la guerra. Es decir, Chile cometió sendos crímenes contra la paz, e invadió ilegalmente territorios de otra nación produciendo desplazamientos forzados y genocidio de sus habitantes para usurparles sus territorios, en una invasión militar que continúa hasta el día de hoy, estableciendo un holograma político que aparenta la forma de ciudades, pero donde las leyes se aplican sólo a favor del inmigrante y el colono, porque el estado de Derecho no existe y ellos lo saben. Lincoqueo ya se los demostró.

Cuando la causa llegue a los Tribunales Internacionales, Chile no tendrá qué decir frente a la sólida y fundada argumentación que por años logró establecer don José Lincoqueo, y deberá volver a respetar la FRONTERA y la soberanía de WALLMAPU, haciéndose cargo, de paso, de reasentar a los miles de colonos que metió a sangre y fuego en los territorios, y trasladarlos junto a sus industrias hacia tierras al norte del Biobío, de modo paralelo, Chile debe reparar económica y moralmente al pueblo mapuche, de modo retroactivo. Moralmente, en el sentido tanto de hacer un revisionismo histórico maduro y objetivo que reconozca el genocidio y la usurpación, como así en el sentido de detener los montajes terroristas que desarrollan las fiscalías y policías, persiguiendo, penalmente, y de modo efectivo, el BULLYING y las FAKENEWS contra el pueblo mapuche y sus miembros, como así, también, debe hacerse cargo de detener y desarticular a los grupos paramilitares de colonos y derechistas psicópatas que desarrollan atentados terroristas intentando inculpar al movimiento reivindicatorio mapuche. Además, el gobierno chileno debe comenzar los preparativos no sólo para conmemorar solemne y oficialmente el BICENTENARIO DE TAPIHUE en el año 2025, sino, de igual modo, los preparativos necesarios para llevar a efecto la restitución efectiva de WALLMAPU a sus legítimos dueños ¿O acaso este gobierno pretende ocultar nuevamente el alto valor jurídico de Tapihue, y alargar la violenta invasión ilegal de WALLMAPU por otro siglo?

Por lo mismo, cuando Juan Pablo Pinto Montero habla de un "gravísimo acto separatista" nuevamente introduce un FAKENEWS, toda vez que, como quedó demostrado, Chile jamás tuvo soberanía al sur del Biobío. Además, para que él lo sepa, lo que sucedió cuando se reúnen el francés Orélie Antoine de Tounens y algunos líderes mapuches en las pampas de Icalma, fue que el francés en su tierra se enteró de que, en secreto, los gobiernos de Chile y Argentina pretendían desarrollar un genocidio para exterminar a los irreductibles indios del sur. Resulta que Aurelio Antonio era fanático de los mitos de este pueblo de semidioses guerreros y amaba sus leyendas, por lo que, basado en sus conocimientos del derecho internacional -era procurador- se vino a tratar de explicarles que si se constituían en Estado y si desarrollaban embajadas, comunicando su independencia a Chile y Argentina y al resto de países del mundo, ya nunca Chile y Argentina podrían querer quitarles sus territorios. Y así fue, Pedro Cayuqueo en su "Historia Secreta Mapuche" describe muy bien cómo se repartieron los cargos y cómo funcionó el gobierno y las gestiones que hizo cada ministerio en lo poco que duró. Sin duda Aurelio Antonio era un visionario, pero un montaje lo sacó de en medio y el genocidio por parte de Chile y Argentina se efectúo, por lo que todo se diluyó, aun cuando sus herederos sostengan hasta el día de hoy un pomposo reino imaginario desde Europa.

Finalmente, vemos que la carta de Juan Pablo Pinto Montero se sustenta en un débil revisionismo histórico, que no ayuda en nada para una sana relación con la hermana nación mapuche. Es más, no logra comprender que, si estos cuestionamientos y esta polémica respecto a la existencia o no de WALLMAPU y sobre la validez jurídica o no de los Parlamentos Generales se producen justo ahora, a semanas de la muerte de Lincoqueo y a tres años del BICENTENARIO DE TAPIHUE, es justamente porque la verdad siempre intenta salir a la luz y en el tiempo preciso. Cuando Chile asuma que WALLMAPU es un sentimiento y una certeza, logrará al fin detener el genocidio y la usurpación que desarrollan aquellas familias inmaculadas, y recuperará el alto valor moral que los primeros patriotas le soñaron.

Atte.

Hans Labra Bassa

Rut. 13.266.941-4

hanslabra@gmail.com

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